miércoles, 8 de julio de 2009

POEficcionario

No sé por qué cada vez que una editorial alternativa publica una joya, resulta tan difícil que te la sirvan. ¿Sólo se distribuyen los libros de autores suecos muertos y los de Zafón?
La idea de publicar los relatos de Poe con versiones de autores actuales me parece genial, pero el resultado no es menos genial. ¿Por qué estas ideas no las tiene Planeta o Alfaguara? ¡Ah! ¡Quién lo sabe!
Hay cinco líneas creativas en este libro: La primera es el exotismo. Lo encontramos en el relato de Sasi Alami, buenísimo y muy divertido.
La segunda línea es la modernización de circunstancias. Lo vemos en el texto de Santiago García Tirado, con un cierto aire dandy, y tirando a joven escritor clásico, al cambiar la Muerte Roja por el Mal. O en el de Álvaro Díaz Escobedo,o en el de Vicente Castro, que plantea el gran tema de la humanidad: escapar de la muerte con un estilo que hace pensar en un profundo conocimiento de los clásicos. Fantástico el de Raúl Hernández Garrido, que mantiene el motivo central de La caída de la casa Usher, pero nos recuerda que ahora los motivos son otros: la dinamita del terrorismo o los oscuros intereses del promotor inmobiliario. ES un escritor verdaderamente valioso.
La tercera línea se ubicaría entre el esperpento y el humor negro representada por Miguel Ángel de Rus, mostrándonos que el criminal de El corazón delator sería un aprendiz en la actualidad, debido a los avances de los medios de comunicación. Es una fantástica versión. La capacidad de De Rus de fusionar el esperpento con la sátira es inusual en al actualidad. También está en este apartado a Francisco Legaz, que nos ilustra acerca de la muerte a distancia propiciada, con espantosa sangre fría. Muy buen relato.
Manuel Villa-Mabela, convierte El entierro prematuro en un relato de humor negro en el que sexo y muerte se funden, con el sadismo cutre propio de nuestra época. Es la línea dura del libro.
La cuarta sería una línea intimista y estaría representada por Alicia Arés, que hace suya la búsqueda de la perfección por parte del protagonista de Annabel Lee.
La crítica social presidiría la quinta y última línea. José Manuel Fernández Argüelles introduce en El barril de amontillado una innovación heterodoxa, pues la protagonista de su recreación, manteniendo la venganza como eje argumental, es una prostituta llamada «la Montilla» y quien debe recibir el castigo es ni más ni menos que un juez. El barril de amontillado es también el origen del relato de Juan Patricio Lombera, en el que se nos dice que el odio conduce a la venganza.
POEficcionario es una obra de arte, con impresionantes ilustraciones. La aportación de Luis Alberto de Cuenca en el prólogo también es de destacar.

Un bodrio de Norman Mailer sobre Hitler

El castillo en el bosque se presenta como una novela de valioso aporte histórico sobre Hitler, pero no pasa de ser simple literatura popular, como él mismo reconoce (cubriéndose las espaldas) al poner en la pluma del narrador, un demonio, que los trucos que está usando son de literatura de masas.
Trata de probar Mailer que Hitler era productos de muchas generaciones de hijos nacidos de relaciones incestuosas, por lo cual, deduce él, debái salir un monstruo. Narra la infancia y primera juventud de Adolf Hitler con curiosos pasajes, como cuando su padre gasea una colonia de abejas enfermedad, lo qeu pudo dar ideas al joven Adolf para hacer lo propio con los judíos ¿¿¿¿????
El narrador es un demonio elegido por Heinrich Himmler para investigar qué hay de cierto tras las acusaciones según las cuales el abuelo de Adolf era judío. El resultado es inequívoco: no hay sangre judía en su familia. Sin embargo, lo que se confirma es su origen doblemente -o triplemente- incestuoso. Bien lo sabe el narrador, pues estuvo presente en su concepción.
Mailer sostiene que Adolf Hitler es un eslabón más en el eterno conflicto entre Satanás y Dios. Sin embargo el zar ruso le cae bien. Curioso, curioso, curioso.
Me gustaría que Anagrama me devolviera el dinero que gasté en el libro.